“Ellos dicen: somos la generación de la desesperanza.
Y yo me pregunto: ¿de dónde nace esa desesperanza?
Tal vez no viene de ustedes, sino de lo que les tocó heredar: un sistema que no eligieron, un juego amañado que empezó antes de que nacieran.
Precisamente por eso hablo de la herencia como el verdadero problema. No es un discurso que inventé, es algo que ustedes ya están sintiendo en la piel.
La herencia no es solo dinero o propiedades. Es un modelo de corrupción, de privilegios, de cadenas que se transmiten de generación en generación.
Y si ustedes hoy se sienten sin esperanza, es porque esa herencia los está ahogando.
Pero también es el punto de quiebre: reconocer que no quieren seguir jugando ese juego. Ese es el inicio de algo nuevo.”